Astillas.

Se me rompió el corazón. Se me hizo astillas… de esas que ya ni siquiera puedes ver, de tan pequeñas que son; que tienes que barrer para que los demás no se corten las plantas de los pies si van pasando por ahí descalzos. Y no importa que hayan quedado pedazos lo suficientemente grandes para juntarlos y pegarlos e intentar repararlo, porque le faltan piezas… fragmentos que parece que no voy a volver a encontrar.

Salí a buscarlos en los aparadores, quise encontrar reemplazos o algo que se le pareciera, algún tipo de pegamento... y nada; ni los libros, ni los anillos, ni las clases de dibujo sirvieron.

Traté de ignorarlo para ver si se me olvidaba que en algún momento existieron, esperando darme cuenta de que realmente no los necesito, que eran un lujo. Traté de fingir que no es algo importante, que no me aterra que el mundo siga girando y el sol siga saliendo mientras el dolor me carcome los intestinos. Traté de escribirlo y luego guardarlo donde no pudiera volver a encontrarlo. Traté de escribirlo y luego cantarlo.

Traté de escribirlo y luego quemarlo y dejar que el viento se llevara las cenizas y las letras que parecía estaban escritas con lágrimas y sangre.

Traté de dejar que el tiempo hiciera lo suyo y se llevara por lo menos la intensidad de los recuerdos... la intensidad del dolor...

...nada funcionó.

Lo único que queda es hacerme a la idea. Aceptar que, aún si me fijo bien debajo de la cama y consigo encontrar todos los pedazos que quedaron servibles, de todas formas no volverá a ser del mismo tamaño; tendrá menos espacio, y yo, mucho más miedo de ponerlo en las descuidadas manos de alguien que no tenga ni idea, aunque lo quiera sólo para observarlo de cerca antes de decidir si vale la pena cuando le faltan tantas piezas.

Hay semanas más complicadas que otras. Cada vez hablo menos y me escondo más tiempo bajo las sábanas. Tengo los pies más fríos de lo usual y los ojos más hinchados...

No tengo hambre y no quiero prender la luz... Perdí kilos y gané inquietud...

...todo porque se me astilló el corazón.

Marzo 2021.